Terapia Miofuncional: ¿Cómo sé si mi hijo la necesita?
La terapia miofuncional (TMF) es un tipo de terapia que se centra en el movimiento y el funcionamiento de los músculos de la cara, la boca y el cuello. Se utiliza para tratar problemas de movimiento anormal o funcionamiento incorrecto de estos músculos.
Si nuestro hijo tiene problemas para mover la boca, la mandíbula o el cuello, o si tiene dificultades para hablar, tragar o masticar, es posible que necesite terapia miofuncional. También puede necesitar terapia si tiene problemas para respirar por la nariz o si tiene una mala postura.
Los signos por los que un niño puede requerir terapia miofuncional
La terapia miofuncional es necesaria cuando el niño experimenta un trastorno miofuncional orofacial (TMO). Estos trastornos se producen cuando se produce una alteración en el crecimiento normal de los músculos y huesos de la boca y la cara, lo que provoca problemas:
- Problemas para mover los labios, la mandíbula o el cuello.
- Dificultades para hablar, tragar o masticar.
- Problemas para respirar por la nariz.
- Mala postura.
- Hábitos bucales anormales, como chupar el dedo.
- Respiración bucal.
- Sonidos anormales al hablar.
- Problemas para abrir la boca del todo.
Algunos de estos síntomas pueden ser solucionados por los propios niños de forma natural. La evolución natural de su crecimiento resolverá estos problemas, haciendo que los síntomas desaparezcan.
No obstante, algunos podrían durar hasta la adolescencia e inclusive la vida adulta. Mientras que algunos síntomas semejantes, es conveniente que el niño sea evaluado. Hacerlo puede garantizar que reciba el tratamiento que necesitan ahora para evitar más problemas en el futuro.
Señales de que nuestro hijo puede necesitar terapia miofuncional
Si nuestro hijo presenta alguno de estos síntomas, consulta con su médico o a un terapeuta miofuncional para que puedan evaluarlo/la y determinar si necesita terapia.
La terapia miofuncional puede ayudar a mejorar el movimiento y la funcionalidad muscular de la cara, el cuello y la boca. Es beneficiosa para ayudar a tratar los hábitos bucales, anormales, postura y la respiración. Los tratamientos suelen durar unas pocas semanas o unos pocos meses.
Probablemente, tendremos que asistir a varias sesiones de terapia miofuncional. El número de sesiones necesarias dependerá de la gravedad de los síntomas.
Después de finalizar la terapia, es posible que nuestro hijo necesite hacer ejercicios de mantenimiento para ayudar a mantener el progreso que haya hecho.
Causas de los trastornos miofuncionales infantiles
Los trastornos miofuncionales en niños pueden tener varias causas. Algunas de las causas más comunes son las siguientes:
• Anomalías en los huesos de la cara o del cuello
• Problemas del sistema nervioso
• Trauma en la cabeza o el cuello
• Tiroides anormal
• Parálisis cerebral
• Síndrome de Down
• Autismo
Si nuestro hijo tiene un trastorno miofuncional, es posible que necesite terapia.
Acciones más importantes para la terapia miofuncional:
- Estimular la sensibilidad como los movimientos que realizan la lengua, labios, mejillas, dedos y cara.
- Supresión del uso del chupete y de la succión del pulgar.
- Abandono de la costumbre de morderse o rechinar las uñas.
- Deglución atípica.
- Disfagia infantil.
- Estimular la percepción y discriminación auditiva.
- Estabilizar y estimular el comportamiento social.
- Controlar la postura.
- Función y coordinación motora gruesa.
- Estimular el habla a través del aprendizaje gramatical y léxico (vocabulario).
¿Por qué esta terapia en lugar de otras?
Principalmente, es por dos factores, en primer lugar, por el aval científico, los estudios efectuados, así como los resultados alcanzados mediante la aplicación de dichas técnicas de intervención.
Así pues, la terapia miofuncional resulta más compleja de lo que aparenta y está relacionada en un gran abanico de actividades cotidianas. Recurrir a logopedas y a odontólogos es fundamental para solucionar problemas relacionados con la boca, así como con la respiración.